Lingüística
estudio científico de la estructura de las lenguas naturales y del conocimiento que los hablantes poseen de ellas
Noam Chomsky, lingüista estadounidense, fundador de la gramática generativa, paradigma dominante en la lingüística moderna en la segunda mitad del siglo XX.
La lingüística (del francés linguistique; este de linguiste, «lingüista» y aquel del latín "lingua", «lengua») es el estudio científico tanto de la estructura de las lenguas naturales y de aspectos relacionados con ellas como de su evolución histórica, de su estructura interna y del conocimiento que los hablantes poseen de su propia lengua (esto último es particularmente cierto en el enfoque generativista).
Si bien la gramática es un estudio antiguo, el enfoque no tradicional de la lingüística moderna tiene varias fuentes. Una de las más importantes la constituyen los Neogrammatiker, que inauguraron la lingüística histórica e introdujeron la noción de ley en el contexto de la lingüística y que en particular formularon diversas leyes fonéticaspara representar el cambio lingüístico. Otro punto importante son los términos de sincronía, diacronía y las nociones estructuralistas popularizadas por el trabajo de Ferdinand de Saussure y el Cours de linguistique générale (inspirado en sus lecciones).[1] El siglo XX se considera, a partir del estructuralismo derivado de los trabajos de Saussure, el «punto de arranque» de la lingüística moderna.[2] A partir de esa época parece haberse generalizado el uso de la palabra «lingüística» (la primera aparición de la palabra registrada es de 1883[cita requerida]). La palabra «lingüista» se encuentra por primera vez en la página 1 del tomo I de la obra Choix des poésies des troubadours,[3] escrita en 1816 por Raynouard.
Objetivo de la lingüísticaEditar
El objetivo de la lingüística teórica es la construcción de una teoría general de la estructura de las lenguas naturales y del sistema cognitivo que la hace posible, es decir, las representaciones mentales abstractas que hace un hablante y que le permiten hacer uso del lenguaje. El objetivo es describir las lenguas caracterizando el conocimiento tácito que de las mismas tienen los hablantes y determinar cómo estos las adquieren. Ha existido cierta discusión sobre si la lingüística debe considerarse una ciencia social o más bien parte de la psicología. En las ciencias sociales la conciencia de los participantes es parte esencial en el proceso, sin embargo, parece que ni en el cambio lingüístico, ni en la estructura de las lenguas la conciencia de los hablantes juegue ningún papel relevante. Aunque ciertamente en áreas incluidas normalmente dentro de la lingüística como la sociolingüística o la psicolingüísticala conciencia del hablante sí tiene un papel, sin embargo, esas dos áreas no son el núcleo principal de la lingüística teórica sino disciplinas que estudian aspectos colaterales del uso del lenguaje.
Componentes y proceso del habla según los conceptos de Ferdinand de Saussure.
El objetivo de la lingüística aplicada es el estudio de la adquisición del lenguaje y la aplicación del estudio científico de la lengua a una variedad de tareas básicas como la elaboración de métodos mejorados de enseñanza de idiomas. Existe un considerable debate sobre si la lingüística es una ciencia social, ya que sólo los seres humanos usan las lenguas, o una ciencia natural porque, aunque es usada por los seres humanos, la intención de los hablantes no desempeña un papel importante en la evolución histórica de las lenguas ya que usan las estructuras lingüísticas de manera inconsciente (esto es estudiado por F. de Saussure quien llega a la conclusión de que los cambios de una lengua se producen arbitrariamente por variaciones que el sujeto realiza y estos son involuntarios, y que la lengua varía en la historia y por eso plantea que el estudio de la lengua debe realizarse diacrónica y sincrónicamente. Saussure deja de lado la historia de las lenguas y las estudia sincrónicamente, en un momento dado del tiempo). En particular, Noam Chomsky señala que la lingüística debe ser considerada parte del ámbito de la ciencia cognitiva o la psicología humana, ya que la lingüística tiene más que ver con el funcionamiento del cerebro humano y su desarrollo evolutivo que con la organización social o las instituciones, que son el objeto de estudio de las ciencias sociales.
Para situar el ámbito o el objetivo de una investigación lingüística, el campo puede dividirse en la práctica según tres dicotomías importantes:
Lingüística teórica frente a lingüística con fines prácticos, cuyas diferencias se han señalado un poco más arriba.
Lingüística sincrónica frente a lingüística diacrónica. Una descripción sincrónica de una lengua describe la lengua tal y como es en un momento dado; una descripción diacrónica se ocupa del desarrollo histórico de esa lengua y de los cambios estructurales que han tenido lugar en ella. Aunque en sus inicios científicos la lingüística del siglo XIX se interesó ante todo por el cambio lingüístico y la evolución de las lenguas a través del tiempo, el enfoque moderno se centra en explicar cómo funcionan las lenguas en un punto dado en el tiempo y cómo los hablantes son capaces de entenderlas y procesarlas mentalmente.
Microlingüística frente a macrolingüística. La primera se refiere a un más estrecho y el segundo a un más amplio punto de vista en el ámbito de la lingüística. Desde el punto de vista microlingüístico, las lenguas deben analizarse en provecho propio y sin referencia a su función social, no a la manera en que son adquiridas por los niños, ni a los mecanismos psicológicos que subyacen en la producción y en la recepción del habla, ni en la función estética o comunicativa del lenguaje, etc. En contraste, la macrolingüística abarca todos estos aspectos de la lengua. Varias áreas de la macrolingüística han tenido un reconocimiento terminológico como, por ejemplo, la psicolingüística, la sociolingüística, la lingüística antropológica, la dialectología, la lingüística matemática, la lingüística computacional y la estilística.