lunes, 17 de junio de 2019

Pasos

PASOS PARA REALIZAR UN PROYECTO


 


Cada sector requiere de unos requisitos específicos. No es lo mismo un proyecto de arquitectura que un desarrollo de un nuevo software. Obvio. Sin embargo, existen pasos para hacer un proyecto que son comunes a cualquier tipología.


Como verás la fase de inicio e investigación lleva su esfuerzo. Lo mejor es que usando apps fáciles de manejar y flexibles, podemos poner cuanto antes a realizar una primera planificación.


 


PASO 1: OBJETIVO DEL PROYECTO


 


Identificar una necesidad para elaborar un proyecto. En esta fase inicial definimos un objetivo claro y concreto a perseguir. Desde el principio, debemos saber qué nos hacer embarcarnos en la planificación, gestión y ejecución de un proyecto, sea de la complejidad que sea.


Puede suceder que durante el desarrollo del proyecto, se retoquen tantas cosas que parezca que hemos cambiado por completo el objetivo inicial. Pero no es así. Por ejemplo, al crear una nueva aplicación online, podemos tener sólo la información del primer bloque de desarrollo  —ya que se suele seguir una metodología Scrum. Esto hace que no sepamos hacia dónde se dirigirá el proyecto. Sin embargo, siempre tendremos presente que la app que vamos a desarrollar cumplirá una necesidad básica en nuestro usuario. De ahí, partimos con la idea.


Así pues, marca un objetivo claro, sencillo y sin ambigüedades.


 


PASO 2: INVESTIGACIÓN


 


Primera recogida de información.Una vez sepamos la misión del proyecto, es momento para recoger los datos posibles en esta fase también temprana. Será los necesarios para comenzar cuanto antes con la primera planificación del proyecto.


En la reunión de arranque —también conocida como Kick-off—, el equipo se reúne para aclarar los primeros puntos más generales de su trabajo para las próximas semanas. Sin embargo, también sirve y mucho, para obtener nuevas líneas de investigación. Lo que quiere decir que surgen dudas, y cuantas más sin responder, mejor. ¿Acaso no es mejor que salgan las preguntas antes de que sucedan los contratiempos sin respuesta? Así podremos elaborar un proyecto más eficaz y con mejores tomas de decisión.


 


PASO 3: METODOLOGÍA DE PROYECTO


 


¿Qué tipo de proyecto desarrollaremos? Dentro de la fase de recogida de información, hay un momento en el que debemos seleccionar la metodología adecuada a nuestro tipo de proyecto.


Existen metodologías predictivas, orientadas a averiguar cuanto antes las siguientes fases del proyecto. Con ellas, sabremos dónde están los cuellos de botella, los plazos de entrega de las actividades, el camino crítico que debemos seguir para terminar el proyecto en el plazo que marca nuestra planificación predictiva.


Tenemos también las metodologías ágiles, diseñadas para gestionar los contratiempos y cambios de última hora. Es básica en proyectos con un alto grado de incertidumbre. Como en el mundo del software, en donde la información suele venir poco a poco, y sus entregables son por bloques. Las revisiones continuas son básicas para ir desarrollando el producto o servicio que tenemos entre manos.


Por suerte, desde hace poco, tenemos la posibilidad de usar gestores de proyectos como Sinnaps, capaces de gestionar proyectos con ambas metodologías al mismo tiempo. Aplicando las ventajas de predictivas y ágiles, para lograr adaptar los proyectos a la actual necesidad del mercado.


Gracias a las metodologías combinadas y al elaborar un proyecto, su resultado será mucho más efectivo y dirigido a las necesidades reales del cliente. Porque el objetivo es hacer panificaciones que reflejen verdaderamente la realidad de lo que queremos, buscamos y tenemos.


 


PASO 4: YA PUEDES PLANIFICAR


 


¡Empezamos a planificar! Y lo hacemos con las primeras actividades del proyecto. Asignamos unas tareas a cada uno, de la manera más fácil con nuestra app. Les damos las relaciones o vínculos necesarios a cada actividad. Es decir, hasta que no terminen ciertas tareas, no podemos utilizar otras. El motivo más común de que suceda esta situación es que podemos necesitar el resultado obtenido en la primera actividad, para realizar la segunda.


Lo importante es poner en funcionamiento la maquinaria. Y presentar así una primera planificación al resto del equipo para que empiecen cuanto antes a pasar a la acción.


 


PASO 5: IDENTIFICA RECURSOS


 


Recursos disponibles. En esta primera planificación extraemos una función imprescindible: la de identificar y asignar los recursos necesarios en cada actividad. Añadiremos el consumo total estimado y dejaremos que las personas que trabajarán realmente con ellos, imputen su consumo real. Así funcionan las apps innovadoras y colaborativas como Sinnaps.


 


PASO 6: PLAN DE COMUNICACIÓN


 


Definir un plan de comunicación con el equipo. Tras la primera reunión de arranque, vamos creando una estrategia y calendario de comunicación. Se trata de las funciones más importantes de todo profesional que decide hacer un proyecto con un equipo de colaborares.


En el plan deberán aparecer las reuniones de seguimiento y los hitos. Cada una tendrá sus necesidades. Las primeras, atienden únicamente a revisar cómo se están haciendo las cosas. En las segundas, se toman las decisiones importantes que afectarán al futuro del proyecto, en base a los objetivos alcanzados en el momento de la reunión de hito.


 


PASO 7: EVALÚA AL INSTANTE


 


Evaluación constante del funcionamiento del proyecto. Como hemos visto en el punto anterior, el feedback con el equipo en las reuniones de seguimiento es fundamental. Proporcionaremos los documentos de soporte y las herramientas adecuadas para el equipo, con las que puedan evaluar en cualquier momento y al instante el funcionamiento real del proyecto.


 


PASO 8: REUTILIZA PROYECTOS


 


¿Reutilizamos el proyecto? Se puede dar la necesidad de reutilizar proyectos ya cerrados. Esto ocurre cuando solemos hacer el mismo trabajo o similar. Con planificaciones que sirven para futuros encargos, sólo haciendo ciertos retoques. Aprendemos así a cómo un proyecto mejorado cada vez que lo usemos. Así estaremos aplicando el Método Ka


Ciclo

Ciclo de vida del proyecto

Feb 22, 2016

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El ciclo de vida de un proyecto es el conjunto de fases en las que se organiza un proyecto desde su inicio hasta su cierre. Una fase es un conjunto de actividades del proyecto relacionadas entre sí y que, en general,finaliza con la entrega de un producto parcial o completo. Hay proyectos sencillos que sólo requieren de una fase, y otros de gran complejidad que requieren un importante número de fases y sub-fases.

 

ITM Platform te permite reutilizar y adaptar los ciclos de vida más adecuados con plantillas de proyecto, pruebalo ahora gratuitamente.

El ciclo de vida de cada proyecto está definido por el modelo de fases que se utilice y este suele estar determinado por la organización, la industria o, incluso, la tecnología empleada en el proyecto. No es posible determinar de forma genérica las fases de todos los tipos de proyecto, aunque en ocasiones se hace referencia a una estructura genérica del ciclo de vida que se compone de las fases de:

Inicio del proyecto,


Organización y preparación,


Ejecución del trabajo y cierre del proyecto.


Esta estructura genérica del ciclo de vida no debe confundirse con los Grupos de Procesos de la Dirección de Proyectos definidos en PMBOK. La estructura genérica del ciclo de vida del proyecto es un modelo genérico sobre la organización de las fases del proyecto y no la organización de procesos establecido por el PMI.  Tampoco debe confundirse con el ciclo de vida del producto sobre el que se está realizando el proyecto. Este es un modelo genérico de ciclo de vida que puede ser utilizado como referencia, especialmente cuando se quiere comunicar la evolución del proyecto a personas poco habituadas a este tipo de gestión.

En la práctica no existe una única organización de fases ideal que se pueda aplicar a todos los tipos de proyectos. Aunque existan modelos habituales en algunas industrias, los proyectos pueden presentar variaciones muy significativas. Algunos proyectos tendrán una sola fase, otros, en cambio, pueden constar de dos, tres, cuatro o más fases.

Independientemente de la cantidad de fases que compongan un proyecto, todas ellas poseen características similares:

Cada fase está focalizada en un trabajo concreto.


Las fases suelen tener como objetivo el disponer de un entregable que debe estar disponible al finalizar la fase.


El cierre de una fase termina con la revisión del entregable y, en ocasiones, con la aprobación de esa entrega.


Las organizaciones y las diferentes metodologías e industrias han ido definiendo modelos más o menos estándar de ciclo de vida del proyecto. Esta estandarización convive con la necesaria adaptación que a cada proyecto realiza cada equipo. El ciclo de vida depende en gran medida de la naturaleza del proyecto específico y del estilo del equipo del proyecto o de la organización. Para realizar una correcta gestión entre los estándares establecidos y la necesaria adaptación a las necesidades concretas de cada proyecto, las organizaciones utilizan herramientas como ITM Platform que permiten reutilizar y adaptar los ciclos de vida más adecuados por medio de plantillas o proyectos base, con estructuras concretas de fases de proyecto, a modo de referencia.